LOS 50 AÑOS DE LA LLEGADA DEL HOMBRE LA LUNA









Alejandra Guerrero, Jonathan Pinto, Danny Pulido, Dilan Alvarado, Johan Mejía, Johan Pajoy, Carlos Duarte








Agosto 2019






Colegio Pablo Neruda I.E.D
Bogotá - Fontibón
Area de Biologia






















                                                         Inicio del programa

El recorrido de la NASA hasta llegar al apolo 11 fue un trayecto largo. Esto se remonta al siglo pasado, allá por los años 60. Fue en 1958 cuando se creó la NASA, la Agencia Espacial fundada por los Estados Unidos de América. La NASA nació con el objeto de investigar temas espaciales, realizar proyectos aeronáuticos, lanzar cohetes y sondas a otros planetas.
Uno de sus primeros programas espaciales fue el Proyecto Mercury. Y, aunque en 1960 aún no lo había finalizado, la Agencia Espacial americana anunció al mundo el inicio de un nuevo proyecto, el Programa Apolo. El objetivo del programa Apolo, uno de los proyectos científicos estadounidenses más costosos de la historia, consistía en acercarse a la Luna y sobrevolarla con naves espaciales. Pretendían encontrar una zona apropiada donde alunizar, o lo que es lo mismo, aterrizar en la Luna. Ya veis, no era nada fácil, y la tecnología para conseguirlo, no estaba muy desarrollada en esa época. (Rodríguez .F 2014) Pero de repente el 25 de mayo de 1961 el presidente John F. Kennedy dijo que había un cambio de planes. Ese día estaba dando una conferencia sobre temas políticos pero todo cambio al momento que dijo “y, sepan ustedes, que nuestro objetivo es enviar un hombre a la luna y que vuelva a casa sano y salvo antes de que acabe esta década.”
Ese anuncio es muy bien recibido por todos: los políticos que lo escuchaban lo aplauden; y todos los norteamericanos que veían el discurso por la televisión, también se alegraron de la noticia pero esto al personal de la nasa, que estaba trabajando en el programa apolo, no les gustó en absoluto la noticia, ya que eso no estaba en los planes de ellos. Así, de repente, el objetivo del Programa Apolo había cambiado. Ya no consistía sólo en sobrevolar la Luna, sino también en enviar a un hombre a la Luna y que aterrizara allí. Y nadie estaba preparado para ello. El esfuerzo que habría que hacer para conseguirlo sería enorme. Al haber más trabajo, la NASA decidió contratar más personal que se dedicase a desarrollar el Programa Apolo. (Rodríguez .F 2014)
              Además, creó un nuevo centro de control, más amplio y moderno, en la ciudad de Houston. Durante los siguientes años, el Programa Apolo fue avanzando lentamente. Se produjeron numerosos éxitos, y también algunos fracasos. De hecho, las pruebas de los primeros lanzamientos no comenzaron hasta 1966. ¡Cinco años después del anuncio del presidente Kennedy! Las dificultades para definir un proyecto de esa magnitud, con todas las medidas de seguridad necesarias, era muy grande. Y, así, poco a poco, se van lanzando diversas misiones dentro del Programa espacial. A cada una de ellas las van llamando Apolo 1, 2, 3, 4,… y, en cada una, se fijan objetivos diferentes. En diciembre de 1968, la misión del Apolo 8 regresa a la Tierra después de dar 10 vueltas alrededor de la Luna, tal y como se había previsto. (Rodríguez .F 2014) a lo cual esto fue un gran éxito.
De esta forma tras la llegada del Apolo 8 y mientras se preparan las misiones 9 y 10 con sus tripulaciones, en el centro de control espacial de la NASA, en Houston, creen que ya es el momento de elegir la tripulación de la misión Apolo 11. Los elegidos para esta misión eran Neil Armstrong, Michael Collins y Buzz Aldrin. Así Armstrong se encuentra entusiasmado. Si la misión número 11 salía bien ¡serían los primeros hombres en pisar la Luna! Eso sí, es consciente del peligro que supone alunizar, pero a pesar de ello, está dispuesto a darlo todo por conseguirlo. Armstrong, Aldrin y Collins empiezan a prepararse físicamente para cuando llegue el momento. Los entrenamientos son intensivos y variados: hacen ejercicios físicos, simulaciones del despegue y manejo del cohete… Aunque los más difíciles son los relacionados con el manejo del módulo lunar, que es el vehículo espacial diseñado para aterrizar en la Luna. (Rodríguez .F 2014)

                                         LA LLEGADA A LA LUNA DEL HOMBRE


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Aprender a manejar el módulo lunar es tan importante que la NASA construye una réplica exacta para que la tripulación pueda realizar los entrenamientos. Es como un videojuego pero en vivo y a lo grande, ya que los astronautas pueden recrear todos los pasos a seguir como si fuera una situación real. La única diferencia es que si en los entrenamientos algo sale mal por algún fallo, evidentemente, a la tripulación no le pasa nada.  La idea de vivir estas situaciones simuladas fue un avance muy importante en esos años. De hecho, hoy en día estos entrenamientos simulados se realizan usualmente para el aprendizaje de numerosas profesiones. El módulo de simulación, como el auténtico, tenía tantos botones y luces que era muy, pero que muy difícil memorizar para qué servían. Cada uno significaba una cosa y había que aprender a utilizarlos sin el más mínimo error. Cometer un error, por pequeño que fuera, podía suponer estrellarse contra la Luna o no poder alunizar y que la misión fuera un fracaso. (Rodríguez .F 2014)  
Así que Armstrong, Aldrin y Collins se iban preparado cada vez más, repitiendo cada paso una y mil veces, hasta conseguirlo. Casi no descansaban ni cuando conseguían hacer bien los ejercicios, pero sin darse cuenta, van pasando las semanas y se acerca el momento esperado por todos. La NASA fija el 16 de julio la fecha para el lanzamiento. Ese sería el día señalado si no surgía ningún imprevisto de tipo técnico o atmosférico en Florida, que es desde donde despegaría el cohete. Todo está en orden. Tres días antes del lanzamiento se comienza a cargar de combustible el cohete Saturno V, que impulsará a la nave hacia el espacio. Ya falta menos para el lanzamiento, por fin ha comenzado la cuenta atrás. (Rodríguez .F 2014)  

"Esquema del cohete Saturno V diseñado por el equipo dirigido por Werhner Von Braun, el más grande construido hasta aquel momento con sus 110 metros de altura y un peso en el momento del despegue de 2700 toneladas"
Así el 16 de julio de 1969, los astronautas Armstrong, Aldrin y Collins se acercan a la rampa de lanzamiento. Allí se enfundan sus trajes espaciales y se dirigen a la nave para proceder al lanzamiento. Los cinco potentes motores del Saturno V se encienden produciendo un tremendo fogonazo y un ruido ensordecedor. Tras unos breves segundos los brazos de la plataforma que sujeta al cohete se retiran y éste empieza a elevarse con un impresionante estruendo y una luz hipnotizadora. (Rodríguez .F 2014)

Todo marcha según lo previsto. Durante 12 minutos entran en funcionamiento diferentes motores y van superando varias fases del despegue. Tras ese tiempo, los astronautas comienzan a notar la ausencia de gravedad. Ya se encuentran en órbita, fuera de la atmósfera terrestre. ¡Han cumplido la primera etapa con éxito! Ahora les queda el viaje hacia la Luna y lo más importante, alunizar allí.


Una vez han completado la segunda órbita a la Tierra, el centro de control de Houston les envía la orden de poner rumbo a la Luna. El motor de la nave, ya en el espacio, se enciende en silencio. La nave comienza a orientarse lentamente hacia la Luna al mismo tiempo que va acelerando gradualmente hasta alcanzar la velocidad de 45.000 km/h. Treinta minutos después del encendido, el combustible se agota según lo previsto. Pero ya no necesitan alcanzar más velocidad  El viaje a la Luna durará unos tres días. Durante ese tiempo los astronautas no paran de realizar todas las pruebas necesarias para verificar el correcto funcionamiento de los aparatos de la nave. Comprueban su trayectoria, los depósitos de aire y de combustible, los elementos de navegación, etc. (Rodríguez .F 2014)
Casi sin darse cuenta, la nave se va acercando a la Luna. De forma gradual ha ido perdiendo velocidad hasta alcanzar los 3.700 km/h. Sin embargo, al llegar a la zona de influencia de la gravedad lunar y atraída por la gravedad de la Luna, la nave comienza a acelerar de nuevo hasta llegar a los 9.000 km/h. En este momento Armstrong, el comandante de la misión, debe frenar suavemente la nave para colocarse en la órbita lunar. Esta operación se realiza en la cara oculta de la Luna, esa que nunca vemos desde la Tierra. Desde esa posición no es posible la comunicación con Houston, así que los tripulantes deben realizar, como estaba previsto, esta tarea sin las indicaciones del centro de control (Rodríguez .F 2014).
Se ordena a la tripulación que realice la maniobra, llamada frenada hipergólica lo cual se produce una ligera sacudida que mueve toda la nave. Luego otra. La nave gira. Todos notan como frena y pierde velocidad. Ellos sabían que si algo saliera mal durante la operación no podrían alunizar. O peor aún, puede que ¡no pudieran regresar a la Tierra! Pasan cuatro minutos y medio que parecen una eternidad (Rodríguez F. 2014).
El motor de frenado se apaga automáticamente. Amstrong, tras verificar la lectura del indicador denominado Delta-v en el panel de control, les anuncia con satisfacción.


Media hora después, la nave sale de la cara oculta de la Luna y escuchan de nuevo un cordial  saludo desde Houston. Tras este éxito la tripulación no pierde ni un solo segundo en iniciar una nueva maniobra muy complicada. Como podéis ver, no hay tiempo para aburrirse en la nave.La nave cuenta con un módulo de control, llamado Columbia, y un módulo lunar, llamado Eagle que es el que deberá alunizar. Esta era su nueva y peligrosa misión: separar el módulo lunar del módulo de control. Armstrong y Aldrin preparados para realizar la maniobra, atraviesan un pequeño conducto que les lleva al módulo lunar. Ellos son los que van a alunizar, mientras Collins se quedará en el Columbia.  Una vez más, la maniobra se realiza cuando se encuentran en la cara oculta de la Luna. Collins acciona el mecanismo de desconexión y el Eagle comienza a separarse lentamente del Columbia (Rodríguez F. 2014).

Y ahora comienza un reto aún más difícil todavía: ¡el ansiado alunizaje del Eagle! Aldrin, el piloto del módulo lunar, comienza esta delicadísima operación  dirigiendo con precisión los mandos. Enciende los distintos propulsores y va variando poco a poco su potencia. Primero despacio, luego un poco más deprisa, frena después… Sin la más mínima duda repite perfectamente las maniobras que practicó cientos de veces durante los entrenamientos en el simulador. Está satisfecho porque ve que el tiempo invertido y el esfuerzo realizado están dando sus frutos, el Eagle sigue su trayectoria prevista en dirección al lugar señalado para el alunizaje, el motor del Eagle vuelve a encenderse y el control automático estabiliza la nave, Armstrong introduce diversos programas en el computador de la nave que varían automáticamente la potencia del motor. El lugar del alunizaje se encuentra justo debajo de ellos, a tan ¡sólo 27 km de su posición! ¡Están a punto de conseguirlo!, Luego los tripulantes escucharon una alarma llegando a los 1800 metros de la superficie lunar, luego de un rato la alarma deja de sonar haciendo que los tripulantes se calmaran y poder seguir descendiendo.Pero al momento la alarma vuelve a sonar indicando que deben bajar la velocidad de la nave (Rodríguez F. 2014)






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Así que Aldrin y Armstrong fueron al puesto de la nave a reducir la velocidad de la nave ya que si no lo hacía iba a sobrepasa el lugar previsto del alunizaje, sin perder ni un momento, Armstrong varía de nuevo la trayectoria de la nave. Los dos astronautas están atemorizados. . Sí, sí, saben que se acercan a la superficie lunar; pero, también saben que han sobrepasado el lugar previsto inicialmente para alunizar… ¿Y, ahora qué va a pasar? Armstrong y Aldrin evitan mirarse, disimulan su miedo para no preocuparse mutuamente. Afortunadamente, el Eagle continúa descendiendo o normalidad. Mientras Aldrin lee en voz alta los datos del radar y la computadora, Armstrong busca rápidamente un lugar seguro para alunizar. Y, la nave sigue descendiendo… A menos de dos metros de la superficie, una de las varillas sensoras del Eagle toca el suelo y el módulo desciende con suavidad hasta que termina por posarse en la superficie lunar, en un lugar llamado el mar de la Tranquilidad. El terreno resiste y todos los equipos continúan funcionando. (Rodríguez F. 2014)





FECHA Y HORA DEL ALUNIZAJE: 20 de julio de 1969 a las 15 h  17min.


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  Cuatro días después del lanzamiento, la nave se encuentra, por fin, en la superficie de la LunaEmocionados, Amstrong y Aldrin, se preparan para salir de la nave. ¡Van a ser los primeros en pisar  la Luna! Pero antes deben realizar todos los preparativos necesarios para bajar de la nave. Estos preparativos les llevan ¡más de seis horas !Por fin, enfundados en sus trajes espaciales, abren la escotilla de la nave, la pequeña puerta que tiene. Armstrong, como estaba previsto, es el primero en descender por la escalerilla de la nave.Al bajar el último escalón, da un pequeño saltito. ¡Acaba de pisar la Luna! Casi no se lo puede creer, se ha convertido en el primer ser humano en pisar otro mundo. La emoción es máxima tanto para ellos como para todos los millones de telespectadores que lo siguen a través de la televisión. Sus primeras palabras tras pisar suelo lunar se han convertido en una de las frases más famosas de la Historia: - “Un pequeño paso para un hombre, un gran salto para la Humanidad”.Aldrin baja más tarde del módulo. Nada más pisar la Luna, contempla el paisaje y dice por radio: - Hermoso… hermoso.
No piensen que andar sobre la Luna es igual que sobre la Tierra. Al ser la gravedad mucho menor en la Luna, cuando los astronautas andan dan grandes saltos y flotan sin darse cuenta. Al principio es muy divertido, pero después de un tiempo se convierte en algo molesto ya que dificulta realizar las tareas que ambos deben llevar a cabo. Entre otras muchas cosas, Armstrong y Aldrin clavan sobre la Luna la bandera de Estados Unidos, aunque saben que realmente están representando a todos los países del planeta Tierra. Tras realizar diversos experimentos y recoger 22 kilogramos de rocas lunares, Armstrong y Aldrin vuelven al módulo lunar. Es hora de regresar a casa. No pueden permanecer mucho más tiempo allí (Rodríguez F. 2014). 


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Regreso a la Tierra.

Satisfechos por el éxito de la misión, Amstrong y Aldrin vuelven a concentrarse para preparar el módulo lunar. Esta vez lo hacen para regresar a la Tierra. Cuando todo está listo, esperan a recibir las órdenes de Houston para iniciar el despegue. El módulo lunar se eleva silenciosamente desde la superficie de la Luna dirigiéndose hacia el módulo de control donde les espera Collins. Lentamente los dos vehículos espaciales se aproximan por medio de sus propulsores. Tras un sinfín de operaciones de aproximación, que duran más de  tres horas, el Eagle se acopla a la Colombia. Armstrong, Aldrin y Collins, felices por el reencuentro, se dan un emotivo abrazo. Los tres astronautas regresan a casa en el Columbia, ya que el Eagle se queda  en órbita lunar. Ahora, el trabajo consiste en pasar del Eagle al módulo de control las muestras lunares recogidas así como los equipos utilizados en la superficie lunar. Cuando todo está preparado, el Columbia, libre ya del módulo Eagle, inicia el viaje de vuelta a la Tierra. Este viaje durará unas 60 horas. La maniobra más complicada y peligrosa del regreso a la Tierra es la entrada a la atmósfera terrestre, ya que la nave entra a muchísima velocidad y se va frenando sólo por el rozamiento con la atmósfera. En esa re-entrada, como se denomina, la parte exterior de la nave alcanza  temperaturas de hasta 3.000 pc. Para soportar dichas temperaturas la parte externa del módulo va reforzada por unas placas de un material especial capaz de soportar ese enorme calor. Durante el tiempo que dura la re-entrada las comunicaciones con el centro de control se interrumpen y cualquier fallo inesperado puede provocar un desastre. Al entrar en la órbita la nave suelta los paracaídas haciendo que la nave descienda sobre el mar Pacífico (Rodríguez F. 2014)
Los tres astronautas: Neil Armstrong, comandante de la misión; Edwin F. Aldrin, piloto del módulo lunar, Eagle; y Michael Collins, piloto del módulo de control, Columbia, son recibidos como héroes en su país y en todo el mundo. Sí fue como por primera vez pudimos contemplar nuestro planeta como una pequeña bola blanca y azul, girando en la vasta oscuridad del espacio. Por primera vez, fuimos conscientes de la fragilidad de esa delicada bola blanca y azul en la que vivimos.
Y, desde entonces, sabemos que los seres humanos podemos conseguir cualquier objetivo que nos propongamos, por imposible que nos parezca. Ya veis, nos propusimos pisar la Luna y la pisamos. Y lo conseguimos todos unidos. Conocíamos Conocíamos la Luna desde nuestros primeros tiempos como especie, pero a nadie se le había ocurrido que se pudiera ir hasta allí. Hasta que un día, nos propusimos inventar nuevos materiales destinados a crear nuevas máquinas. Pensamos que si en ellas instalábamos nuevos sistemas de comunicación y computadoras; y, además, las alimentábamos con un nuevo combustible, igual podríamos navegar por el espacio. Y, ¡lo conseguimos! Y así, los humanos entramos en el reino del mito y la leyenda. Hasta el momento, la Tierra es el único mundo conocido momento capaz de albergar vida. Aún no existe otro lugar donde podamos establecernos. No, aún no. Por ello, cuando vemos esa pequeña bola blanca y azul perdida en la inmensidad del espacio, nos damos cuenta de nuestra responsabilidad, de nuestro deber para proteger y cuidar este nuestro único hogar. Decidme… ¿qué pensáis, volveremos a pisar la Luna? Claro que sí.

¡VOLVEREMOS A LA LUNA! (Rodríguez F. 2014)



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Referencias
https://chrismielost.blogspot.com/2011/07/el-dia-que-alcanzamos-la-luna-y-la.html

Materiales:

-1 botella plastica Mediana
-fomi de de colores
-silicona
-Tijeras 

Procedimiento:

Para construir la nave se requirió una botella plástica mediana, lo cual se iba ha transformar en el esqueleto de la nave, por lo cual, se tuvo que dividir en 3 partes de diferentes tamaños cada uno, se calentó la silicona para forrar el cuerpo principal con fomi ya cortado con las  medidas de la maqueta que se iba a realizar  simulando el prototipo original.

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